11 feb 2014

Nerii: Recuperar la Vara de Poder

Años atrás...


Tema de Dhalma Rebirth:


Nerii llegó al Erubar de Zelberisaniel para iniciar su entrenamiento arcano en la senda ígnea siendo niña. Tras largos años de estudio, cuando su maestro la consideró lo suficientemente preparada, la aleccionó para que buscara Lugares de Poder mediante su Visión Arcana. 

En sus viajes deshizo una maldición que pesaba sobre una tribu de Vulnir, los Hombres Verdes, dominados por una sombría criatura la cual influenciaba la mente y envenenaba el espíritu de Urdrûl, su líder. Agradecido, puso dos jóvenes lanceros a su servicio; Rajmo y Varj. 

Tras adquirir expériencia en las Artes Arcanas, Zelberisaniel le encomendó la búsqueda de la Vara de Poder de Adhalmalanthalion, entregada por Abdera tras la muerte de su portadora en la batalla del Triángulo y guardada en un Cairn bajo custodia feérica que habría de superar.



La primera prueba consistió en encontrar el lugar preciso, sólo localizable mediante el uso de su sentido Arcano. Tras localizar el Cairn, cruzar su umbral requerió de su conocimiento de fórmulas de paso arcanas, en las que gracias a las enseñanzas de su maestro ya era experta.


Corto encuentro para probar como sería una partida de maptools... pero en mesa.

Descubriendo el Cairn de los Duendes. Visión Arcana.


Una vez dentro del Cairn, una sensación de ahogo y de temor embargó a los intrusos. La fuerza de voluntad de Nerii bastó para sobreponerse tras sólo unos instantes de duda. Rajmo tardó un tanto más, mientras que Varj se sintió desfallecer, colocando la espalda contra la terrosa pared mientras sudaba copiosamente, incapaz de articular palabra ni de reaccionar. Una puerta solitaria se ergía frente al grupo.


Nerii avanzó resuelta y abrió la puerta, de su interior surgieron malévolas voces de trasgos sedientos de sangre.



Nerii alzó sus manos, imbuyéndose de una aterradora Presencia de Batalla que inquietó a sus enemigos, quedando incapaces de atacar a tan majestuosa hechicera. Rajmo disparó su arco a la oscuridad, de la que brotaron un corro de escalofriantes chillidos. Los trasgos cargaron, hiriendo a Rajmo con unas mazas de cruel aspecto. Varj seguía incapaz de reaccionar... parecía que la tromba de trasgos cruzaría el dintel y se abatiría sobre el desafortunado grupo... cuando Nerii alzó sus manos en llamas, y un abanico de resplandeciente fuego barrió la zona.

Manos Ardientes: Dos Trasgos derretidos!

Pausa para el yogur de los más jóvenes. Han de ir aprendiendo el roleo!
Conjuro del día: Manos Ardientes.

Manos Ardientes: Zona limpia y desinfectada!
Sin dar tiempo a reaccionar al resto de infames criaturas, Nerii recobró la concentración y avanzó a la sala iluminada por los restos de llama, invocando de nuevo su poder ígneo. No quedó uno vivo. 

La vara de poder descansaba en una esquina, cerca de otra puerta. Nerii tomó la vara. Varj recobró por fin el aplomo suficiente como para ser dueño de sus actos y se encaminó hacia la puerta. La abrieron. Una pequeña sala contenía en desorden diferentes acomodos para los fallecidos trasgos. Y un cofre. Varj lo forzó con su lanza, con un chasquido reveló una gema de un color oscuro y tono purpúreo... y una nube de nauseabúndo gas verdoso cubrió por completo la sala. Nerii y Rajmo pudieron reaccionar a tiempo y contener el aliento lo suficiente como para salir del Cairn con la vara y la gema, pero Varj no fué tan aforunado. 

Ya en el exterior cayó muerto, al haber respirado el veneno. Y así, con una desgracia que enpañó la victoria, la Vara de Poder de Adhalmalanthalion fue recobrada y Nerii se ganó el derecho de ser su portadora. Con sangre y fuego.